Las cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas se dicen solas. (Woody Allen).

jueves, 4 de abril de 2013

Cestas

 Materiales y herramientas
         El material necesario para la elaboración de un cesto, puede ser cualquier fibra larga y flexible, susceptible de ser trenzada. Sin embargo, uno de los más utilizados actualmente en España es la médula de juncoEste material procede de una especie de junco tropical de gran altura, lo que permite extraer su médula y transformarla, mediante unas máquinas que igualan su calibre y grosor. Así podemos encontrar médula de 1,5 mm hasta de 1 cm. También podemos trabajar la tireta de médula, del mismo material pero aplanada por un proceso mecánico, resultando su grosor de 1 mm y su anchura entre 5 mm y 18 mm. Este material se adquiere en rollos de 1 Kg, fardos de 12,5 Kg o paquetes de 50 Kg. En ambos casos, y al igual que con otros materiales como el mimbre, será necesario mojar el material antes de ponernos a tejer. Nosotros utilizamos médula de 3 mm para la estructura y de 1,5 mm para el tejido.

Fig. 1. Taller de cestería en el C.R.E. de S. Andrés del Rabanedo (León).
            Otros materiales 
             Además de la médula utilizaremos materiales como:
  •        Planchas de contrachapado que se cortan con la segueta a la medida y con la forma deseada según el objeto que vayamos a elaborar.
  •      Tintes, barnices y pinturas, que se aplicarán con  pinceles, brochas o pulverizadores.
             Herramientas
        Segueta, lima, barreño, tijeras, punzón, metro,  sargento o gato, compás, y barrena.

       En el TEÑIDO, emplearemos tintes al agua que encontraremos en tiendas especializadas y que son los mismos que se utilizan para el tintado de tejidos.
   Debemos preparar el tinte según las instrucciones de uso de cada fabricante, e introducir las tiras de médula en el tinte el tiempo necesario hasta que obtengan el color deseado, teniendo en cuenta que húmedo el tono siempre es un poco más oscuro.

      En la elaboración de un cesto, o cualquier otro objeto de cestería, hay que distinguir varias partes: fondo, laterales, remate y asas, si procede.


       Fondo
       a. base de madera
    En este tipo de base, lo primero que se debe hacer es sacar la plantilla, según la forma deseada que queremos que tenga el fondo del cesto y, con la segueta, cortar el contorno que hemos marcado en la madera o plancha de contrachapado.

Tipos de fondos  y botellero         
       Una vez cortada la plancha de contrachapado, limamos los bordes y marcamos con un lápiz los agujeros a realizar, dejando una distancia entre cada agujero de 2 ó 2.5 cm. A continuación procederemos a agujerear la base con la barrena.  Siempre, la suma total de éstos debe de ser impar y el diámetro de cada agujero estará en función del grosor de la médula de junco utilizada.  Las bases que tengan ángulos rectos no se deben agujerear en las esquinas, sino que se realizan dos agujeros a ambos lados de cada esquina.

     Primeramente, debemos cortar las GUÍAS, que serán las varas de junco que formarán la estructura del trabajo. Éstas se cortarán con las medidas deseadas según el tamaño de la pieza a realizar. Para ello, procuraremos enderezarlas en caso de que estuviesen dobladas o curvas y las cortamos con unas tijeras. Para calcular la longitud de las guías, debemos sumar  la altura del cesto más el remate de la base y 15 cm de remate superior.

       En cada agujero, introducimos las guías unos 6 cm por debajo de la tabla y las remojamos para comenzar a trabajar con ellas. El remate se hace por la parte inferior de la base, donde realizaremos una especie de cordón, metiendo cada punta por delante de la siguiente y para dentro, según podemos ver en el vídeo.


Taller de cestería (fabricación de cestos), parte 1 de 2


       b. base tejida
     Emplearemos 10 guías, de 3 mm de grueso y 30 cm de longitud, una de 3 mm de grueso y 20 cm de longitud y varios tejedores de 1,5 mm de grueso (Fig. 3).

Fig. 3. Material a emplear      
Fig. 4
     Colocamos las guías en forma de cruz, 5 horizontales, 5 verticales y la corta. Con una varilla fina o tejedor doblado por un poco menos de la mitad, rodeamos las 5 horizontales por la izquierda de la intersección, con  lo que tendremos un tejedor por encima y otro por debajo (Fig. 4). Aquel se pasa por debajo de las verticales y éste por encima (Fig. 5). 
    Seguimos del mismo modo hacia la derecha hasta completar  tres vueltas, siempre el tejedor de encima pasando  por debajo del grupo siguiente y el de abajo por encima (Fig. 6, 7).


Fig. 5
Fig. 6
Fig. 7
Fig. 8
Fig. 9
Fig. 10
     A partir de ahora, seguimos con el tejido de dos varillas finas desdoblando los grupos por la mitad,empalmando una varilla cuando sea necesario, hasta que las guías queden separadas de 1 en 1 (Fig. 8, 9, 10, 11, 12).

Fig. 11  
Fig. 12

Fig. 13
Fig. 14
A partir de ahora, iremos igualando los espacios entre las guías y tensando bastante los tejedores, para evitar huecos en el tejido (Fig 13, 14). Cuando se han tejido 2/3 de la longitud del diámetro del fondo, se teje con tres varillas finas, de forma que la de la izquierda rodea 2 guías por fuera y la 3º por dentro y saliendo hacia fuera (Fig. 15). Como remate podemos tejer una vuelta con dos varillas gruesas (Fig.16).

Fig. 15
Fig. 16
      Si cortamos el sobrante de las guías, tendremos una estructura que puede ser un salvamanteles, o un porta-fotos (Fig. 17, 18, 19). 
      
Fig. 17
Fig. 18
Fig. 19
Si queremos el fondo de un cesto, introduciremos, unos 6 cm, al lado de cada guía, una nueva de 35 cm. Bien remojadas, se doblan hacia arriba y se atan, (Fig. 20, 21).
                                                                          
Fig. 20
Fig. 21

            Laterales 
     Se pueden iniciar los laterales con un tejido simple, ya que disponemos de un nº impar de guías. En este tipo de tejido interviene un solo tejedor alternando por dentro y fuera de las guías (Fig. 22).

Fig. 22
Fig. 23
       El tejido doble requiere dos tejedores, que se inician por dentro de dos guías consecutivas. El de la izquierda se pasa por  dentro de la tercera guía hacia fuera (Fig. 23 y 24). Utilizando como tejedor la tireta de médula de junco se obtiene el dibujo de la Fig. 25. 

Fig. 24
Fig. 25
         Ahora podemos continuar con tejido simple hasta alcanzar la altura conveniente, (Fig. 26), o hacer un tejido triple, (Fig. 27), que requiere tres tejedores de los que el de la izquierda pasa dos guías por fuera y la tercera por dentro.   


Fig. 26
Fig. 27
         Remate superior
       El remate superior utilizado por nosotros, se realiza en cuatro pasos. Las guías deben estar bien húmedas.
     En el primer paso, cada guía se dobla hacia abajo por detrás de la siguiente. La última sale hacia fuera bajo la primera doblada, (Fig. 28).

Fig. 28
          En el segundo  paso, cada guía se dobla, hacia arriba por detrás de la siguiente hasta sujetarse en el arco que forma la tercera. La última entra por debajo de la primera, (Fig. 29).

Fig. 29

       En el tercer paso, cada guía debe salir hacia fuera por el lugar adecuado para que quede paralela a la que queda debajo, (Fig. 30).


Fig. 30

      En el cuarto paso, las guías se introducen hacia dentro por el agujero siguiente al que salen y se cortan.

Fig. 31
      El resultado final es un dibujo de cuatro varas entremezcladas de 2 en dos, (Fig. 31).

      Puede verse en el siguiente vídeo:

Taller de cestería (fabricación de cestos), parte 2 de 2


   Asas
   Vamos a explicar un par de formas, que son las más comunes:

  A) Cuando se trata de asas pequeñas, como las que se suelen poner por parejas en bandejas, el asa que se suele hacer es la siguiente: Hay que cortar para cada asa un trozo de médula gruesa (de unos 5 mm de diámetro). Si no se dispone de ella, habría que utilizar varios trozos juntos de médula más fina. La longitud que hay que darle, es la del arco que queremos que tenga el asa, más 3 o 4 cm.
   Lo primero que hay que hacer, es decidir la posición del o de las asas en el cesto, eligiendo las guías junto a las cuales vamos a colocarla. A continuación, "clavaremos" los dos extremos de la médula que hemos cortado para este fin, al lado de las guías correspondientes (Fig. 32).

Fig. 32


   Es conveniente afilar los extremos con una navaja y puede ser aconsejable abrir sitio con el punzón, (Fig. 33), antes de clavar la médula. Por supuesto, como siempre, tenemos que tener el material húmedo, pues la curvatura necesaria para formar el asa, no se le podría dar en seco, ya que se partiría.



Fig. 33

   Ahora hay que utilizar tireta de médula para envolver el asa que hemos clavado, con la doble función de sujetarla firmemente al cesto y darle al asa un aspecto atractivo. Empezamos por pasar el extremo de la tireta a través del cesto, por debajo del reborde, a la izquierda de la guía donde está clavado uno de los extremos del asa, dejando que salga hacia dentro del cesto un trozo de 10-20 cm (Fig. 34). 



Fig. 34

   Pasar el resto de la tireta por la derecha del extremo del asa, y sacarlo hacia fuera del cesto a la misma altura donde habíamos atravesado el cesto la primera vez, pero a la derecha de la guía (Fig. 35). 



Fig. 35

   Pasarlo ahora por la izquierda del asa, hacia dentro del cesto y sacarlo por el mismo sitio que lo habíamos hecho la primera vez, (Fig. 36).



Fig. 36

   Volver a pasar la tireta hacia dentro del cesto por la derecha del asa y empezar a envolverla dándole vueltas con la tireta, sujetando dentro de este envoltorio el extremo que habíamos dejado libre. Ya todo consiste en envolver todo el asa con vueltas juntas y apretadas, hasta llegar al otro extremo, en que deberemos asegurar el final de la tireta, clavándola de nuevo en el cesto por debajo del asa y haciendo una cruz como la que nos ha quedado en el otro extremo. En este caso, el final hay que entretejerlo un poco con los tejedores del lateral del cesto.


   Para que quede un asa más "atada" y más bonita, se puede añadir por encima del arco de la misma, otro trozo de tireta o incluso de médula normal, y al ir envolviendo el asa con la tireta, pasar una vuelta por debajo de esta otra tireta y a la siguiente por encima, (Fig. 37).

Fig. 37
   B) Para asas grandes, lo más utilizado es lo siguiente: Como en el caso anterior hay que disponer de un trozo de médula de un grosor algo menor que el queremos que tenga el asa, y de una longitud igual a la del asa, más el doble de la distancia que queremos clavarla en el cesto.
  Empezamos por darle la forma deseada y clavarla (extremos afilados) por ambos lados en el sitio elegido, junto a una guía, utilizando, si es necesario el punzón, para abrir sitio. 
   A continuación, tenemos que preparar una serie de varas de médula de la longitud del asa más unos 40 cm. El número de ellas depende del grosor del asa, pero pueden 10 o 12. Meter la mitad de las varas a un extremo del asa a su lado, junto a la guía, meterlos todos juntos hacia dentro del asa, rodeándola y dándole 3 ó 4 vueltas, hasta llegar al otro extremo y dejando las puntas hacia dentro del cesto. Deben quedar las varas perfectamente ordenadas unas al lado de otras, sin amontonarse en ningún momento. Ahora hay que hacer lo mismo con el resto de las varas, clavándolas en el otro extremo del asa y haciendo la misma operación, pero al revés y respetando el mismo orden y asegurándose de que no se cruzan con las anteriores, sino que discurren junto a ellas, ocupando el espacio que sobra alrededor del asa.
   Solo queda "atar" los extremos: para ello cogemos los extremos de las varas y los sacamos del cesto atravesándolo por debajo del reborde, a lado contrario de donde está insertados los del otro grupo. Pasarlos hacia dentro rodeando el asa, siempre con ellos ordenados, y de nuevo hacia fuera, de forma que formen una cruz en el exterior: acabar dentro del cesto y metiéndolos por debajo de lo ya tejido. 

Fotos 
   En estas tres últimas fotos se puede ver un asa hecha como se indica arriba, un detalle de como queda asegurada al cesto, y en la foto 8, un asa realizada de la misma forma, pero entrecruzando de manera ordenada las varas al hacer el remate.

B' Asa propia. Con 6 varillas de 3 mm. de diámetro y 80 cm. de longitud agrupadas de 2 en 2, se teje una trenza y resulta 





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