Durante mucho tiempo, el modelismo naval fue mi principal ocupación. Le he dedicado muchas horas al día, hasta el punto de quedar a comer en mi taller y dejar el trabajo solamente un rato para tomar café y jugar a las cartas con mis amigos. Cuando antes de ir a la cama hablaba con los habituales de la emisora en banda ciudadana, siempre me preguntaban por mi "astillero". Todo el mundo, en mi zona, conocía mi actividad. Un día me encargaron reparar un modelo antiguo muy deteriorado, pero con valor sentimental, del galeón Santissima Madre. Lo reformé casi entero y hoy sigue expuesto en un conocido restaurante de mi ciudad. Mi obra maestra ha sido el S. Juan Nepomuceno, que conservo en una vitrina. Los pongo aquí en busca de la autoridad suficiente para que el lector avisado sepa de lo que puedo tratar y aportar.
San Juan Nepomuceno |
He construido el Bounty, el Juan Sebastian Elcano, King of Mississipi, el Titanic, el San Juan Nepomuceno, el Endeavour... y conservo en buen estado la mayoría. Siempre he preferido los modelos en los que hay que construir el casco con cuadernas y listones clavados en ellas. En la sección Contacto, sub-sección Enlaces a páginas de interés, se incluye un enlace a hobbies Guinea, donde el aficionado puede encontrar de todo.
King of Mississipi |
Juan Sebastián Elcano |
Con material sobrante pueden habilitarse cuadros como el bajorrelieve y otros de nudos marineros.
Amanecer |
Nudos marineros |
Conceptos y recomendaciones:
El modelismo naval consiste en la construcción de modelos de barcos a escala, existiendo dos grandes corrientes; una de modelismo estático, y otra de modelismo navegable. El modelismo estático pretende realizar un modelo reducido lo más
parecido posible a una nave real, existente o que haya existido, pero tratando
de conseguir la mayor fidelidad posible con respecto al original.
Un barco es
cualquier construcción cóncava y fusiforme, de madera, metal, fibra de
vidrio, hormigón u otro material, que por su forma es capaz de flotar en
el agua y que se utiliza para navegar como medio de transporte.
La escala representa las veces en la que el barco real es dividido para su creación, es decir, si el barco real mide 250 metros y la escala es 1:1000 corresponde dividir los 250 metros del barco entre 1000, lo cual da una medida de 25 centímetros, es decir, que un modelo en escala 1:1000 de un barco de 250 metros mide 25 centímetros. Las escalas más comunes son 1:350 o 1:400 para barcos más grandes y 1:700 para barcos pequeños.
La escala representa las veces en la que el barco real es dividido para su creación, es decir, si el barco real mide 250 metros y la escala es 1:1000 corresponde dividir los 250 metros del barco entre 1000, lo cual da una medida de 25 centímetros, es decir, que un modelo en escala 1:1000 de un barco de 250 metros mide 25 centímetros. Las escalas más comunes son 1:350 o 1:400 para barcos más grandes y 1:700 para barcos pequeños.
Existen básicamente 2 formas de
representar el barco a escala, a casco completo (fullhull) o en línea de navegación (waterline). En la
primera aparece el modelo completo, tanto la obra
muerta de la nave
(casco sumergido con hélices y timón) como la obra
viva (lo que se
encuentra sobre la línea de flotación). En este caso es común sostener el navío
con algún tipo de base o pedestal. Para las
presentaciones waterline normalmente se opta por crear una base que simule el
mar con lo cual se produce un diorama (representación de una escena).
El modelismo estático es
básicamente de exhibición, tanto en colecciones personales como en museos. Al
no ser modelos que serán navegables, pueden tener más nivel de detalle ya que
no sufrirán los daños propios de su uso. Muchas partes de estos modelos, como cableados, barandas y otras pequeñas piezas son muy frágiles por lo que su
manipulación sin cuidado puede estropearlos. No son juguetes, por lo tanto no
están diseñados para su uso como tales. El modelismo estático, por lo
general, requiere de piezas creadas de diversos materiales por el modelista o
adquiridas en un kit, además de pegamentos, pinceles y pinturas.
Básicamente un barco consta de un casco y un aparejo. En el campo de la náutica el casco es el armazón o estructura interna de un barco. Está compuesto por la quilla, cuadernas, varengas (paredes del doble fondo transversales), vagras (paredes del doble fondo longitudinales), baos, el forro exterior y la cubierta sin incluir los mástiles, ni el casillaje, ni los cables o cabos. El casco puede ser de madera, hierro, acero, goma, hormigón, poliéster, fibra de vidrio, aluminio, entre otros materiales. Si la quilla es la columna vertebral de una embarcación, las cuadernas son las costillas. Una y otras formarán el esqueleto de una embarcación. Son muy importantes los baos, que son las vigas que sujetarán las cuadernas y que dan lugar a las cubiertas. En la cara superior de la quilla se labra una ranura longitudinal o alefriz, en la cual se ensambla el borde inferior de las cuadernas o costillares del buque.
El aparejo o arboladura de una embarcación es el conjunto de palos, vergas, jarcias y velas que le permiten ponerse en movimiento aprovechando el movimiento del aire que las impulsa (viento).
La fuerza del viento se transmite directamente sobre las velas. Éstas lo transmiten a las vergas, al palo y a la jarcia, según las velas y cómo estén dispuestas. El conjunto transmite el empuje al casco del barco.
Hasta mediados del siglo XIX la madera fue el único material empleado en la construcción de cascos y estructura de los buques. Más ligera que el agua y muy resistente en relación con su peso específico, presenta grandes dificultades de ensamblaje, por lo que las dimensiones de los mayores buques de la época tuvieron un límite entre los 60 y los 70 metros de eslora. Hoy día también se construyen cascos de madera, pero su empleo está restringido a las embarcaciones menores como yates, lanchones y pesqueros, e incluso en estas aplicaciones ha de competir con el acero, el aluminio y el plástico. Estas circunstancias unidas a la disminución de las reservas forestales, han hecho perder importancia a la construcción de buques de madera. La quilla, espina dorsal del buque, está constituida por grandes vigas de madera, unidas por pernos y pasadores. El forro exterior está compuesto de tablas de madera, cuya estanqueidad se consigue calafateando las juntas con algodón o estopa impregnados en compuestos de alquitrán o sebo. Entre las variedades de maderas adecuadas para forros y cubiertas de buques destacan el pino, el olmo, el roble, el cedro y la caoba, aunque estos dos últimos se reservan prácticamente para yates de lujo.
Cualquiera de todas estas variedades de modelismo requieren, a veces, una labor previa de documentación e investigación. Puede resultar interesante conocer los datos constructivos del barco en cuestión: astillero en que fue construido, materiales empleados en su construcción, año de su botadura, medidas, características, armamento, arboladura, singladuras efectuadas o misiones cumplidas por el barco, biografías de sus capitanes, hechos en los que haya intervenido, etc. para ello será necesario consultar archivos como el Archivo de Indias en Sevilla, el Archivo Histórico Nacional de Simancas (Valladolid), el Archivo Histórico de la Armada (Cartagena), Archivo Histórico Nacional de Madrid, Archivo-Museo Don Alvaro de Bazan, en Viso del Marques (Ciudad Real), Archivo General de la Armada en (INDICAR LA LOCALIDAD), el Archivo del Museo Naval (Madrid).
Asimismo, es conveniente conectarse a Internet para buscar modelistas que hayan construido ese modelo y quizás ayuden a su realización, ofreciendo trucos para un acabado más real.
Como recomendaciones, señalaría:
1. Introducir, entre tabla y tabla, antes de encolarlas, una tira de cartulina negra que luego se recorta con un cutter.
2. Introducir, entre tabla y tabla, una hebra de lana negra, ligeramente gruesa, que luego se comprime al colocar la tabla.
3. Antes de colocarlas se pintan de negro los costados de las tablas que se van a poner.
4. También se puede simular aplicando con pincel barniz betún de Judea a toda la cubierta, se deja secar algún tiempo y luego se retira de la tablazón el exceso con un paño. En todos los casos, al finalizar, se debe barnizar con barniz mate incoloro.
El aparejo o arboladura de una embarcación es el conjunto de palos, vergas, jarcias y velas que le permiten ponerse en movimiento aprovechando el movimiento del aire que las impulsa (viento).
La fuerza del viento se transmite directamente sobre las velas. Éstas lo transmiten a las vergas, al palo y a la jarcia, según las velas y cómo estén dispuestas. El conjunto transmite el empuje al casco del barco.
Hasta mediados del siglo XIX la madera fue el único material empleado en la construcción de cascos y estructura de los buques. Más ligera que el agua y muy resistente en relación con su peso específico, presenta grandes dificultades de ensamblaje, por lo que las dimensiones de los mayores buques de la época tuvieron un límite entre los 60 y los 70 metros de eslora. Hoy día también se construyen cascos de madera, pero su empleo está restringido a las embarcaciones menores como yates, lanchones y pesqueros, e incluso en estas aplicaciones ha de competir con el acero, el aluminio y el plástico. Estas circunstancias unidas a la disminución de las reservas forestales, han hecho perder importancia a la construcción de buques de madera. La quilla, espina dorsal del buque, está constituida por grandes vigas de madera, unidas por pernos y pasadores. El forro exterior está compuesto de tablas de madera, cuya estanqueidad se consigue calafateando las juntas con algodón o estopa impregnados en compuestos de alquitrán o sebo. Entre las variedades de maderas adecuadas para forros y cubiertas de buques destacan el pino, el olmo, el roble, el cedro y la caoba, aunque estos dos últimos se reservan prácticamente para yates de lujo.
Tres posibilidades se abren en el variado mundo del modelismo naval: maquetas de barcos en plástico; barcos semi-construidos, los llamados kits de montaje y realización de un modelo partiendo de unos planos de construcción. Podemos decir que este seria el camino lógico, partiendo de menor a mayor dificultad. Los kits de montaje proporcionan los materiales a usar, aunque es frecuente tener que sustituir alguno.
Cualquiera de todas estas variedades de modelismo requieren, a veces, una labor previa de documentación e investigación. Puede resultar interesante conocer los datos constructivos del barco en cuestión: astillero en que fue construido, materiales empleados en su construcción, año de su botadura, medidas, características, armamento, arboladura, singladuras efectuadas o misiones cumplidas por el barco, biografías de sus capitanes, hechos en los que haya intervenido, etc. para ello será necesario consultar archivos como el Archivo de Indias en Sevilla, el Archivo Histórico Nacional de Simancas (Valladolid), el Archivo Histórico de la Armada (Cartagena), Archivo Histórico Nacional de Madrid, Archivo-Museo Don Alvaro de Bazan, en Viso del Marques (Ciudad Real), Archivo General de la Armada en (INDICAR LA LOCALIDAD), el Archivo del Museo Naval (Madrid).
Asimismo, es conveniente conectarse a Internet para buscar modelistas que hayan construido ese modelo y quizás ayuden a su realización, ofreciendo trucos para un acabado más real.
Como recomendaciones, señalaría:
- paciencia, ya que las prisas proporcionan chapuzas. El San Juan Nepomuceno me costó algo mas de tres años, sin dejarlo muchos días.
- reunir información y documentación del modelo, que luego se pegará en la peana.
- dejar como recuerdo dentro del casco alguna moneda actual, que puede servir como referencia de la fecha de construcción.
- tratar de dar realismo al modelo, imitando la construcción real. Por ejemplo haciendo el calafateado de casco y cubierta.
1. Introducir, entre tabla y tabla, antes de encolarlas, una tira de cartulina negra que luego se recorta con un cutter.
2. Introducir, entre tabla y tabla, una hebra de lana negra, ligeramente gruesa, que luego se comprime al colocar la tabla.
3. Antes de colocarlas se pintan de negro los costados de las tablas que se van a poner.
4. También se puede simular aplicando con pincel barniz betún de Judea a toda la cubierta, se deja secar algún tiempo y luego se retira de la tablazón el exceso con un paño. En todos los casos, al finalizar, se debe barnizar con barniz mate incoloro.